El ámbito de los celos ha crecido mucho dado que también se ha producido una innovación total en el plano de las relaciones personales. Es decir, ahora mismo, una persona no sólo puede sentirse celosa porque su pareja ha estado hablando con más gente en una fiesta un sábado por la noche. Los celos virtuales también existen y de hecho, resultan más difíciles de controlar sencillamente, porque cuando una persona pasa horas delante del teclado del ordenador tampoco sabes exactamente qué es lo que está haciendo.
